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"Hugo Arce" Hugo Arce" gtarcehugo @ gmail. com
¡YO ACUSO!
Hugo Arce
En este momento, en que usted está leyendo esta nota, yo ya no existo más, no estoy vivo. Y no estoy vivo, precisamente porque la condición para que esta nota pudiera ser publicada, y usted la esté leyendo, es que yo ya haya muerto. Muerto, debido a cualquier situación; ya sea en un "accidente", por "muerte natural", porque "me suicidé" o por cualquier razón, que sobrarán, por la cual se declare, con juez y toda la parafernalia que ameritaría mi muerte, que yo dejé de existir en este mundo.
¿Se supo acaso lo que realmente sucedió con "el suicidio" del que fuera diputado Héctor Klee Orellana? A quien en abril de 1999 lo declararon muerto por su propia mano cuando que, como a muchos nos consta, Klee Orellana tenía planes, tenía mucho porqué vivir y luchar..., pero fue declarado muerto por suicidio.
Acaso ese sea el motivo que declararán o ya declararon ante mi muerte. Usted, ahora mismo, lo debe saber, puesto que la noticia de mi fallecimiento tuvo que ser recogida por algunos medios de comunicación; principalmente las emisoras de radio… ¿Acaso Prensa Libre se dignó publicar alguna nota sobre mi deceso? Y si lo hicieron, no hay de otra que pensar que el remordimiento de conciencia debe haber sido muy grande, entre los magnates de ese medio, como para ponerme de noticia o de nota roja.
¿No fueron ellos, los de Prensa Libre, los que movieron cielos y tierra para que mi pensamiento ya no siguiera siendo publicado ni siquiera en la revista electrónica La Opinión por la Internet?, revista que, por otra parte, quitó todo vestigio de mi paso por ella y ya no se pueden leer mis pensamientos, mis ideas, mis propuestas ni mis críticas desde www.opinion.com.gt como usted o cualquiera lo puede comprobar.
Fueron tan viles conmigo y con la población, pero tan serviles con quienes habían ganado las elecciones, que eliminaron de un tajo todo lo que estaba escrito con mi firma y responsabilidad de sus archivos. Y no quisieron publicar la columna titulada "El abuso de Prensa Libre" desde
la que decía algunas cosas incómodas para ellos y que ustedes podrán leer hoy junto con esta nota de ¡YO ACUSO! puesto que se les adjuntará, al igual que algunas otras contribuciones que hice a mi patria; con lo que cualquiera podrá deducir, fácilmente, a los autores intelectuales y materiales de mi deceso.
No puedo más que acusar y gritar públicamente que fui acallado por medio de un crimen. Mi vida fue cegada por unos esbirros que llevaban una orden clara de eliminarme y terminó, porque mi corazón no pude regar más el flujo sanguíneo por mi cuerpo, por mi cerebro… por mi todo.
¡Fui vilmente vejado y asesinado! pero mis palabras ¡jamás! podrán callar, porque yo soy el capitán Tormenta, con un huracán entre las venas, una espada de cristal y un viento que no se puede atrapar…
¡Yo acuso de mi muerte a los y a las intolerantes! También, por supuesto que así los señalo, a todos aquellos comparsas que se rasgaban las vestiduras cada vez que mi pensamiento salía publicado. Todos ustedes son los responsables de mi extinción y son cómplices de los que directamente ordenaron, planificaron y ejecutaron mi muerte.
Sandra Julieta Torres Casanova de Colom, a la que se conoció como "Marta" en las filas de la guerrilla en ORPA cuando cobraba el oprobioso impuesto de guerra por medio de secuestros, extorsiones, robos y asaltos; Álvaro Colom Caballeros, dependiente narco alcohólico, juguete en las manos de sus dueños y ahora al mando del país para protegerlos de los robos y estafas ¿Son ustedes los directamente responsables de mi muerte para vengarse de mi pluma, de mi pensamiento y de mi libertad para expresarme sobre ustedes?
¿Tuvieron miedo que sacara a relucir, acaso, su plan de negocios, de robos y, por supuesto, de continuidad en el poder por medio de haber designado a Isaías (el doctor Rafael Augusto Baldizón Núñez compañero sentimental de Sandra Torres durante el conflicto armado) a quien hoy la primera dama ha confiado el montaje de toda una red político-electoral a su favor?
La población de mi terruño, la opinión pública nacional e internacional, tienen la última palabra y son el mejor jurado que pueda tener y disponer mi caso; pues son los que van a decir y comentar la verdad sobre quiénes ordenaron, planificaron, ejecutaron y se solazaron con mi desaparición de este mundo.
Mi sangre ya está regando la tierra morena de mi patria y, con ella, fertilizando los sueños, anhelos y deseos de mis hermanos y hermanas; es el sendero que indicará, rojo como tenía mi corazón, la ruta que Guatemala debe seguir para alcanzar su lugar.
Mi sangre y mi dedo índice, porque mis ojos y mi pensamiento me los cerraron con mi muerte, los señalan y los acusan; pero también abonará a mi Guatemala un poco de sal, porque me convirtieron en una raíz desde la cual brotarán las nuevas generaciones de pensadores libres e independientes a quienes tampoco con su muerte los acallarán…
No voy a poder estar presente físicamente en el proceso penal que inició en mi contra Sandra Torres Casanova de Colom. Los jueces entenderán que no se puede juzgar ni procesar, y mucho menos condenar, a un muerto ¡como tampoco a un inocente!
Total que tendrán que cesar las averiguaciones, las investigaciones y todo el procedimiento penal que la primera dama y el presidente de Guatemala, con todo el poder a su disposición, tenían en mi contra… Par de sanguijuelas: ¡soy inocente! porque no se pudo comprobar la culpabilidad que ustedes promovían en mi contra.
Hugo Arce el poeta, el soñador y que quizá seré recordado por mis polémicas ideas, ya no seré más tropiezo para Sandra ni para Colom en sus desmanes y abusos. ¡Adelante, hártense y embúchense del dinero que por seis años buscaron llegar a manejar! El poder absoluto es sólo de ustedes y de sus amigotes.
Quizá en el momento de mi muerte vi a mis victimarios y supe su procedencia y quien me los enviaba. Quizá me dijeron de parte de quien venían. Quizá me obligaron a oír una serie de insultos y recriminaciones de sus patrones.
Quizá me dejaron en claro que quienes los mandaban a matarme podrían disfrutar a sus anchas el poder, el dinero y la impunidad sin mi molesta presencia. Quizá el precio de mi vida pagó la factura que mandaron a cobrarme.
Quizá me hicieron un favor…
3 comentarios:
ese mismo mail que te enviaron me hizo retractarme de los pocos buenos conceptos que tenia de Arce... si el lo escribio realmente me parece que es digno de una zanguijuela, con todo respeto creo que no tendria otro calificativo
Me parece que si el escribio esto... deja mucho en que pensar su salud mental!!!
Si el lo escribio se nota un gran complejo de inferioridad en sus notas!! queria protagonismo, no estaba bien de la cabeza!!! no porque me caiga bien Colom sino porque ninguna persona cuerda escribiria algo asi!!!
He leido algunas cosas que escribio el señor Arce, creo que cuando uno expresa lo que piensa de alguna figura pública es de atenerse a las consecuencias... y el lo presentia... pero a pesar de todo sus comentarios no tuvieron eco... las personas que critico estan en el poder ¿? Y no creo que estuviera loco, sino temeroso.
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