Me fascina la democracia. Desde que escuche el tono melódico de la palabra me di cuenta que esa palabra me acompañaría a diario. De estudiante la escuchaba en esas votaciones para presidente de salón y luego en la universidad para esas asociaciones de estudiantes. Caldo de cultivo de futuros lideres dijo mi tío.
Me encanta levantarme de mañana y saber que hay una nueva oportunidad de ganar dinero fácil. Tramar una nueva fechoría y claro quitarles los millones que aunque escasos en estos tiempos siempre flotan por allí.
Me paro en el garaje de mi mansión para saber en que carro me transportare hoy, me encantan los autos europeos, como que tienen mas clase otro espíritu, y no estoy hablando de esas marcas comerciales europeas de porquería. Estoy hablando de esos de herencia italiana o alemana. Le diré a uno de esos guardaespaldas que limpie el carro y se asegure que todo corre bien y luego al trabajo. Pero me falta el traje, tiene que ser negro que hoy voy al funeral del gordo ese. Tiene que ser negro. Se me ocurre ese Armani que compre hace poco en Nueva York, me voy a ir de toque moderno. Y mis zapatos también tienen que ser negros, cómodos porque esta lesión de talón me esta matando. Si, esos españoles que compre en la zapatería del aeropuerto de Madrid creo que me calzaran bien.
No tengo hambre, que no me acerquen nada de comer, esos tragos de ayer con ese tonto embajador me tienen mal. Que se cree esa gente que por sus color blancuzco pálido y sus acentos extravagantes van a venir a decirnos como manejar a esta gente. Cabrón. Si esta gente la manejamos, como rebaño de dóciles ovejas. Estos están dormidos.
La gente no se da cuenta, o no se quiere dar cuenta de lo que robamos o de lo que se pierde, pero la verdad aunque se den cuenta están muertos en vida. No se organizan, se pelean entre ellos, son apáticos. Yo en serio que amo la democracia.
Otra vez la misma rutina, lo bueno es que la otra semana me voy a esa reunión de congresistas centroamericanos, que bonito otra vez a Costa Rica, las ticas están lindas y hay un congresista… lo tengo que llamar, se arregla unas fiestas buenísimas, de alta belleza.
Otra vez un congreso regional de la juventud, que no se dan cuenta que es pura paja, una puñeta original. Si esos están controlados, anestesiados, sedados. Y a los que la anestesia no los sedo los compramos y ya, la juventud en estos dias ya no es una amenaza.
Por allí quedaran uno que otro hablador de lengua larga, pero igual cualquier día se enoja alguien y se los enfría. Las cosas en mi negocio marchan bien.
Otra vez este maldito celular, parece una cadena que me ata con lo que no quiero estar atado, pero tanta falta que me hace para dar ordenes, para mentales la madre a cualquier vil que se atreva a rebasar mis ordenes.
Mi mujer. ?Qué querrá esa gorda? Como le huyo, solo exigencias y ordenes. Yo ya no recibo mas ordenes de esas criaturas. Siempre amenazándome con el divorcio, lo que le puedo dar es un par de plomazos en la frente, por aquello que se le ocurra dárselas de milagrosa.
Y hablando de milagros, tengo reunión con uno de esos clérigos que se inmiscuyen en política, estos tampoco se dan cuenta que la política es para otro grupo, para otros con talento. Ahora son dos grupos los que hay que poner en orden, los tradicionales relajeros de semana santa y el otro bando de tranceros religiosos. La competencia eso es: divide y vencerás. Ellos solos se anulan. Pero hay que reconocer que los dos bandos son de entera ayuda para nuestras intenciones, son parte del circo. Nosotros solo cobramos la entrada y repartimos ganancias, alguien tiene que organizar.
¿ Rodrigo te llamas? ¿Verdad? Si señor.
Regresa inmediatamente a la casa, olvide mi agenda, pero písale que vamos tarde y la imagen, la imagen. Si señor inmediatamente.
Como se me olvido esa agenda, allí tengo mis números importantes, los de la plata extra, los de mi overtime. Allí tengo un par de contactos con clientes poderosos. Impulsar leyes, promoverlas eso es como vender un producto. Para eso estudie, le tengo que sacar producto, tengo tanto que hacer. No se porque dicen que somos perezosos si por lo menos yo trabajo mucho. Llamadas, negociaciones oscuras, sesiones con abogados, consejeros y con mis monólogos eternos. Dormir es una hazaña porque siempre estoy pensando en algo.
Otra vez el teléfono: No mijo, el deposito ya lo hizo su mamá, claro que ya se pago la universidad, ¿ Como te va en UCLA ya te clavaste a un par de gringuitas? … no se apene que somos hombres, vaya, te cuidas.
Ese mi hijo va a ser igual que yo, un vivo de ojo de tigre.
¿Rodrigo que pasa que no llegamos? ¿Porqué no nos movemos?
No podemos señor, no avanzan los carros, talvez algún reten o un trabajo de construcción.
Eso lo dudo. ¿Construcción en estos tiempos de austeridad? Hay que mandar al tractor , hacer polvo, echar grava y esperar el invierno, la solución de mi amigo el alcalde de mi natal pueblo. Ahora lo de reten puede ser. Los muchachos de la policía también tienen derecho de sacarle provecho a esta maquinaria de la democracia perfecta. Las mordidas siempre ayudan a la pequeña economía familiar y si no para las putas del viernes y sábado.
¡Señor, creo que lo buscan!
Quien me va a buscar en plena calle y en plena mañana, vos estas soñando Rodrigo.
¡No señor!
Lo vienen a matar, traen armas pesadas.
Retrocedé, rápido Rodrigo
No puedo Señor, tengo carros en todos lados.
¡Retrocede!
Señor nos disparan.
Y los guardaespaldas Rodrigo,
Ellos son los que nos disparan señor.
Cristian Mejía en el siglo del terror:
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