jueves, 7 de febrero de 2008

Fui testigo...



Fui testigo de una clase de fútbol, del rodar del balon en césped correcto, del buen trato de balón, de las caricias al hacer un pase, del buen manejo de la técnica, individual y colectiva, fui testigo de un equipo superior, de elite.

Las líneas para entrar al Coliseo de Los Ángeles eran grandes, tenia mucho tiempo de no estar con tanto hermano guatemalteco que me sentí entrar al Mateo Flores en un clásico Comunicaciones - Municipal. Al entrar me metí por el túnel numero 3 y llegue a los asientos con mi numeración. El marco estaba lindo con el azul y blanco de las banderas los rótulos y pancartas curiosas y muy sentimentales (Guatemala te quiero y te extraño--- Aunque seas un bocón te apreciamos Bolillo entre otras). Tenia a un grupo de argentinos enfrente mió, que no pararon de cantar y apoyar a su selección en los 90 minutos de partido. Camisas del Boca y del River, argentinas guapas, y la alegría típica de la religión universal de los argentinos, el fútbol.
Todo empezó con la normalidad del protocolo de un partido amistoso, los himnos primero el de Estados Unidos por ser la tierra donde se oficia el encuentro, luego el de los argentinos y luego el de Guatemala, me gusto mucho el hecho que la afición lo canto a todo pulmón sin ocultar voz ni sus comunes desperfectos , (hay algo raro entre la tristeza y la nostalgia que se siente únicamente al ver a la bandera y escuchar el himno estando en otro país).
Luego inicio lo que tenia que iniciar, y fueron dos tiempos de belleza de fútbol, de buen trato de balón por las dos partes, los deslices del portero de Guatemala influyeron mas en el resultado que por los mismos goles. Claro que el marcador fue abultado pero la lección, la enseñanza y el precedente son únicos. Con jugadores de clase mundial, verdaderas estrellas y un oficio de cancha desquiciado de los gauchos, a Guatemala solo le quedaba poner atención al nivel, a la escuela y a la fineza de esos caballos de clase fina.
Creo que el guatemalteco que llego al estadio llego conciente de la gran diferencia y de la historia de ambos cuadros y solo quedaba saber hasta donde el coraje y la garra ayudarían a la azul y blanco, claro que no hay que despreciar la técnica individual de nuestros jugadores que en la mayoría de los casos fue muy exacta y amena.
En relación a nuestro “Bolillo” el hizo lo que pudo, plantear un partido para aprender. No apelo a la extra defensiva ni al suicidio, solo dejo que la naturaleza de las circunstancias de juego siguieran su curso, que la lluvia abriera su camino.
El futuro se ve mejor luego de la tormenta, Guatemala tiene un cuadro joven de mucho mejor porte y con mas experiencia y aunado a otras incorporaciones va a darle batalla a los rivales que se encuentre.
Ahora solo queda que la prensa no mate al Bolillo y a los jugadores, solo queda la esperanza que el trabajo sea honesto y efectivo y que la lucha siga y siga.

Otra curiosidad del fútbol es la de esos seres que nunca han hecho nada de deporte, ni siquiera actividad física constante y supervisada pero a la hora de la hora son técnicos de fútbol.(el fútbol de la escuelita, de los básicos o de la U no es lo mismo, eso es chamusca)

Estar allí adentro de la cancha es difícil, es solo para seres con otra preparación, mas especifica, con talento nato, seres con adrenalina de sangre.

1 comentario:

Black dijo...

el bolillo renuncio... creo que ya lo tenia pensado hacer pues nunca estuvo de acuerdo con el enfrentamiento... a ver que pasa ahora