En la cabeza
La pistola
En la espalda
El escalofrío
En las piernas
La misma pesadez
En el animo
El desanimo
En la monotonía
El color gris
En el beso
El temor
En la sangre
La paranoia
En los ojos
El crimen
En el cuello
La soga
En la mano
Las cadenas
En los años
Las profundas cicatrices
En los oídos
Los tristes sones
En los poemas leídos
La penitencia de un pueblo
En el estomago
El hambre imperdonable
En la primavera
El invierno mas miserable
Y allí junto a la lluvia
Una guerra que no para
Cientos de nubes cargadas de plomo
Miles de truenos mudos
Un estéril pariendo demonios
Una guerra llamada paz.
Cristian Mejía en el siglo del terror:
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3 comentarios:
Ayer cabal vi una de esas.
En lugar de tenerle miedo a lo que una cochina mente podria hacer con eso. Senti seguridad. Que absurdo no?
welcome to guatemala!!! me pareceria el relato perfecto de la mal llamada era de la paz
Me costó un egg y la mitad de aquel que te cuento encontrar tu blog, gracias por tu visita men.
buen post, así es, se dejan venir los vergazos, igual que antes pero en otro contexto uno al que debemos acostumbrarnos porque nadie hace nada men, nadie; yo trabajo en una ofis, escribo en un blog, no hago nada broder, sobrevivo, hasta que ese día venga y pues bueno... chau
que otra, que hacemos, que propones, por el momento piscinas pero con tenis, pues llorar... es patético
Saludos Cristián, hay me paso por aquí men, saludos!!!!
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