viernes, 3 de octubre de 2008

Guadalajara, el destino y su sorpresa mayor.




La volví a ver esta semana, estaba igual. Su pelo largo café, sus ojos claros, sus labios carnosos y su lunar sensual en la mejilla derecha. Estaba igual pero era diferente. La conocí de pies a cabeza, toda su geografía había sido mi materia de estudios por tres años en un noviazgo nada ligero. Tres veranos y tres inviernos lindos e inigualables hasta la fecha. Nos conocimos en la “U” en uno de esos febreros donde todos llegamos con óxido en la cabeza y sobrepeso en los cuerpos. Ella maestra y yo un mantenido de familia. Ella dedicada y yo de aquellos que no estudiaron nunca para un examen. Éramos muy diferentes pero polos opuestos se atraen, dicen por allí y lo confirmó mi relación con esta bella dama. La fui perdiendo y ella me fue haciendo mejor, nos fuimos mezclando en costumbres y deje el cigarro a cambio de sus besos, deje los amigos a cambio de esas noches de manos y cuerpos trenzados. Me fue comiendo el cerebro y poco a poco desaparecía el yo de mis fotos. Ella parecía mejor cada día, su luz era mas grande y su calor hacia hervir mi sangre. Pensé que era solo hormonal aquel acercamiento pero el soñarla a diario y dedicarle cartas, poemas y besos al aire me hacían pensar que el virus del amor estaba en mi ser. Mi mamá fue la primera en confirmármelo, a ella se lo confirmó su papá. Nos quisieron poner reglas, nos quisieron imponer restricciones y nos bloquearon los teléfonos. Nos comunicábamos por telepatía, nos pensábamos al amanecer y nos besábamos bajo la luna. La luna y el sol se amaban. Perdí el hambre, perdí el color. Lleno de valor la fui a buscar, toque la puerta y el perro del papá salio a darme la mala noticia: “ M… se fue a México”, luego me mentó la madre y hasta me amenazo de muerte mientras me mataba el alma.
Camine y camine, con un nudo en la garganta, lágrimas caían,mientras repetía su poema favorito( La niña de Guatemala, todavía te lo canto en las noches de lluvia ).
Llegue a la casa a los dos días o tres o cuatro, me perdí por allí y me reprimieron de manera ejemplar mis amados padres. A mi ya no me importaba el carro ni sus sanciones económicas, ni sus gritos ni nada. Yo estaba muerto. En esos tiempos no existía ni el Hi5, ni el Facebook ni nada parecido. Esperaba su llamada como loco, su carta algún telegrama, esperaba ese mensaje en paloma mensajera. Pero nada sucedió, nada. Pasaron los días, las semanas, los anos y luego el destino, el sabio destino. La volví a encontrar esta semana, llevaba un vestido azul y zapatos altos, el pelo recortado hasta el hombro, estaba igual de linda. La encontré en Guadalajara en un “Mall”, estaba sentada en un café/restaurante, tenia mis dudas y pensé que era una aparición, pensé que era algún fantasma o algún truco infeliz de algún viejo amigo. Me le acerque y le dije :“Quiero, a la sombra de un ala, contar este cuento en flor:” ella me siguió con el: “la niña de Guatemala, la que se murió de amor.” Se levanto de la silla y me abrazo, y sentí que el mundo me abrazaba, me invadieron los recuerdos, las bancas los árboles la grama y cuanta cosa que ocupo un lugar en nuestra ya muy lejos, relación. Nos sentamos y me contó la historia en una síntesis de cinco minutos. !Infelices me la quitaron!Ella esperaba a su esposo y en su vientre a su segundo hijo, yo le conté de mi hija, de mi ex esposa y de la invitación que me había llevado a Guadalajara, le conté de mi nueva vida y ella de su nueva tierra, cambiamos correos y números telefónicos, y me levante corriendo de allí, para no conocer al afortunado ganador de tan linda mujer.
Saludos M…
@ Retrato de Martí por por Baracutey, ( hombre muy ocupado, Cubano y radicado en Santo Domingo) saludos y gracias por tu arte, por los lindos regalos visuales. http://www.flickr.com/people/pedroramonlopez/

Cristian Mejía en el siglo del terror:
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1 comentario:

Alina Kummerfeldt dijo...

esta historia esta muuuuy buena, de quien es? hm... a veces no se si es como se expresa la gente, el manejo de palabras o simplemente el sentimiento puro que brota