Esa noche
lo cargaron diez ángeles:
los de caras de mármol,
los de las alas reales,
los de los cuerpos de Adonis.
Esa noche
el cansancio no fue el mismo,
el sueño lo drogó,
el cuerpo fue de plomo.
Esa noche
la cabeza dejo de pensar.
el alma dejo de sufrir.
Esa noche
la luna tomo sentido,
y el sol lo perdió,
las estrellas cantarón
y los luceros lo bautizarón.
Esa noche
fue perfecta,
divina,
memorable.
Esa noche murió.
Cristian Mejía en el siglo del terror:
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2 comentarios:
Me encanta como escribis! Este personalmente me gusto mucho ;)
Saludos
Gracias Mayvis, I'm gonna blush! hahaha! Este es el primero de tres. Saludos.
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