Hay un romance noble
del yo con las letras
del yo con las formas
que hablan, que platican.
Hay un romance tan simple
de hombre a mujer.
Respiran profundo
en su significado
y susurran historias sin fin.
Me cuentan sus días
y sus horas.
Intimos ellas y yo.
En la cama, nos leemos
en diálogos de esposos
o talvez de amantes.
Nos asustamos con
lo mismo, con la crueldad
y la violencia.
Nos ensuciamos la cabeza
con un periódico.
Y que decir de la risa, que inunda el papel
donde viven ellas,
ellas y yo.
del yo con las letras
del yo con las formas
que hablan, que platican.
Hay un romance tan simple
de hombre a mujer.
Respiran profundo
en su significado
y susurran historias sin fin.
Me cuentan sus días
y sus horas.
Intimos ellas y yo.
En la cama, nos leemos
en diálogos de esposos
o talvez de amantes.
Nos asustamos con
lo mismo, con la crueldad
y la violencia.
Nos ensuciamos la cabeza
con un periódico.
Y que decir de la risa, que inunda el papel
donde viven ellas,
ellas y yo.
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