sábado, 6 de septiembre de 2008

El origen de la maldición del fútbol chapín.



Cuenta la leyenda que en un país , las cosas no eran iguales que en el resto del mundo. Allí contaban con prodigiosas tierras, fértiles y hermosas, con un clima que daba envidia y con agua en abundancia.
Cuenta la leyenda que a los habitantes les gustaba el deporte, en especial uno llamado fútbol. Un deporte muy fácil y entretenido de jugar, los niños y los adultos jugaban y torneos se formaban local, regional y mundial. La mayor aspiración de los habitantes era llegar al torneo mundial.
Cada cuatro años se reunían los mejores equipos de fútbol del mundo en una competencia por una copa, un trofeo de oro y el inmortal recuerdo de ser ganador.
Se eliminaban entre vecinos con meses de anticipación y luego llegaban a la cita, preparados y con sus mejores galas. Este país luchaba y luchaba, erraba y erraba y el mismo resultado: nunca lograban asistir. Generaciones morían sin ver el tan ansiado logro, niños crecían apoyando la causa y morían sin ver el resultado esperado. Los habitantes mas longevos hablaban de un hechizo, un mandato ancestral de hechiceros locales. Según relatan un conjuro castigaría al deporte del fútbol con fracasos y lágrimas por cien años modernos.
Ellos decidieron la pena por la velocidad con que crecía en el país ese deporte, ya nadie quería jugar con la pelota y el aro la disciplina original, todos querían jugar con la pelota y los marcos especialidad foránea.
El intento de los gobernantes por llegar a la justa mundial llevo a traer caballeros expertos en las artes del balón de otras partes del mundo. Todos fracasaron, todos se rendían o los despedían. Trataron tantas formas, tantos rituales individuales y colectivos, cambiaron indumentarias y pulieron los físicos y nada sucedió.
Jugaron de noche, jugaron de día, jugaron en las alturas y en las llanuras del hermoso territorio y nada sucedía. Cuenta la leyenda que ahora si ganarían, que el embrujo algún día caería.

P.D. Pero el Primi? ?Why, Why?
@ ficción

@ Galería de Ruth L.



Cristian Mejía en el siglo del terror:
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1 comentario:

zcgt21 dijo...

A cuantos dioses se han adora para que la selección alguna vez participe en un mundial, a cuantos has embrujado creyendo que hoy si vamos a lograr ir al mundial, cuantos han muerto creyendo en el sueño imposible de lograr.