miércoles, 9 de julio de 2008

A golpes se hacen los santos.




A golpes se hacen los santos


Llego borracho, escupiendo su baba etílica. Llego cubierto de nube gris y hablando mil sandeces. Llego y con el la violencia, la brutalidad, los traumas y sus demonios.
Se sentó en la silla que no le correspondía, exigió comida, exigió bebida, exigió atención y solo recibió silencio.
Todos se fueron retirando de la sala, despacio y con prisa.
La mujer, su mujer fue la única valiente, discutieron y ella trataba de apagar el fuego que el descontroladamente despedía de sus ojos. Yolanda rezaba en pensamiento en su propio silencio.
El se levantaba y la estupidez del alcohol lo volvía a sentar.
Insultaba y llamaba a los niños, ellos se hacían los dormidos. “Yolanda pon calma” se decía con el suspiro en la boca.
El se levanto y con la fuerza guardada en la derecha, puñetio la cara de la mujer. La sangre caía.
Gritaba y aunque los vecinos la oían, los gritos eran ignorados.
Siguieron los golpes y ella dejo de gritar, su lengua cortada y su nariz quebrada limitaron los gritos al llanto.
Yacía Yolanda en el suelo desmayada o dormida como dijeron sus hijos.
Y ya en silencio el animal volvió a embestir con el ultimo hilo de hiel que aun le quedaba. Cuatro o cinco patadas al pecho, al estomago, al hígado.
Sudaba la bestia profuso y hasta cesaba exhausto, mientras Yolanda dejaba de respirar. Vio su puño lleno de sangre y la razon lo encontro. Tan solo a medias.
Salio corriendo, trastrabillando entre juguetes y enceres derramados en el desastre.
Salio espantado y la noche fue cómplice del ahora fugitivo.
Ahora si la oscuridad total se había apoderado del lugar. Los niños salieron de su escondite: su cama. Se arrastraron con sigilo y precaución, llegaron hasta su madre ensangrentada y casi muerta. No la movieron y las lágrimas se empezaron a mezclar con la sangre de la cara. Le tomaron las manos y le buscaron los ojos y ella una ultima frase suspiro: “Los amo” y luego murió.






2 comentarios:

Johan Bush Walls dijo...

A veces dan ganas de dar consejos, pero quién soy yo para hacerlo. Solo repito algo que leí alguna vez, el adjetivo cuando no da vida mata.

Salud por la pasión de escribir.

Anónimo dijo...

Es un honor que el pajero mayor visite mi blog. Gracias por la observación, solo asi puedo crecer. Huidobro y tu persona estan totalmente en lo cierto. Parece que pinche llanta.Siempre alerta.