martes, 27 de mayo de 2008

A todos nos pasa, mi primera cana.



A la fiesta de mi primera cana invite a los recuerdos de niño, a la música en silencio y a mis amigos imaginarios.
Nos miramos sin ojos y la hicimos en el espejo mayor, en ese gran salón.
Caía la primera y sabia que venían acompañadas, siempre acompañadas.
!Ah! las blancas flacas.
A la fiesta de mi primera cana, invite a mi mamita y a mi papito, a mis abuelos y abuelas, expertos en armar ese tipo de fiestas.
Invite sabiendo que llegarían sin invitarlos; a mis sueños pendientes, a los años pasados, a las historias acumuladas.
Invite y se invitaron.
No baile, aunque la música sonaba en silencio, con las canciones de cuna de mi padre, con las canciones de amor del corazón y con las tonadas de mi país.
Me embriague con decoro con mucha clase, con tanta clase que no llore.
Mi primera cana la sople de un jalón al terminar la fiesta.





1 comentario:

Andrea Grimaldi dijo...

A mi me salen algunas -.-